Suscribite Banner

Le Corbusier


Rebelde, innovador, original, moderno, polémico, disruptivo, revolucionario. Quizás ustedes estén pensando en Urano o en el signo que rige, Acuario (y estarían pensando bien). Pero no, sólo estaba enumerando algunos de los adjetivos que suelen emplearse para describir a Le Corbusier. Sin embargo, esperen. Déjenme explicarles por qué no estarían ustedes del todo equivocados. Cuando Le Corbusier nació, había un planeta justo al lado de su Sol: sí, Urano. Y su mediocielo, el ángulo superior de la carta natal que nos informa sobre la profesión, estaba en Acuario. Bingo.

La personalidad de este arquitecto suizo / francés posee muchos atributos relacionados con el aire, ya que en signos de este elemento se encuentran los tres puntos más importantes: el Sol, la Luna y el ascendente. Sabemos que el aire en astrología se corresponde con las propiedades mentales, asociativas, mutables, adaptables. En toda la obra de Le Corbusier esto se expresa claramente. Nació con el Sol en Libra, signo venusino afín al arte, la estética, el diseño y la armonía. La Luna y el ascendente en Géminis, combinando así sus condiciones artísticas librianas con la racionalidad geminiana. Belleza con funcionalidad, lo cual es tan distintivo en los diseños de Le Corbusier. En sus llamados Cinco puntos para una nueva arquitectura, notamos la importancia que le daba a la movilidad, dejando la planta baja exclusivamente para los vehículos (temas de sus planetas en casa 3 y su energía geminiana). Él mismo lo expresaba en su célebre frase: "La casa es una máquina que se habita". 

Carta natal de Le Corbusier 

Nos preguntamos por Venus, que no sólo rige a su Sol sino también las formas y el gusto. Está en Virgo, el signo de la síntesis, la utilidad y la pureza. Cuando vemos las pulcras líneas en sus construcciones, esos espacios vacíos que permiten la entrada caudalosa de aire y luz, esas transparencias sugestivas sin ornamentos innecesarios, no podemos dejar de pensar en su combinación mercurial Géminis/Virgo. Su Marte y su Saturno (los dos planetas que rigen asuntos terrenales, físicos y laborales) están en Leo: glamour, creación, luminosidad, carisma. Tiene además un stellium en casa 5, lo cual refuerza su creatividad y esa necesidad leonina de brillo. “Toda esta luz me va a volver loca”, dicen que dijo su esposa quejándose de los grandes ventanales que diseñó Le Corbusier para su departamento de la Porte Molitor, en París. Júpiter, el planeta del destino y el desarrollo personal, lo tenía conjunto a Mercurio en el transformador signo de Escorpio, conocido por sus demoliciones de lo viejo. Algo, sin dudas, muy lecorbusiano. Recordemos que Oscar Wilde, John Lennon y Gandhi, quienes tuvieron que enfrentarse a lo establecido, también tenían Mercurio en Escorpio como él. 

Le Corbusier fue uno de los pioneros en darle importancia al medio ambiente, lo que no nos sorprende dada la veta uraniana de su Sol y su mediocielo en Acuario, como dijimos al comienzo. Esta energía conecta con actividades mucho más usuales hoy en día: movimientos colectivos en contra de la contaminación, entidades como Greenpeace, etc. Cuando hablamos de un Le Corbusier incomprendido, ¿cómo no asociarlo también a la conocida influencia del planeta de los rebeldes y futuristas acuarianos? Presentó muchos proyectos para remodelar grandes ciudades que consideraba inhumanas por la antigüedad de sus composiciones desprovistas de aire puro (Géminis), verde (Virgo) y sol (Leo), que para él eran fundamentales, tal como lo vimos en su carta natal. Afirmaba que Buenos Aires le da la espalda al río, algo parecido a lo que ocurre en La Plata, en donde contamos con la Casa Curutchet, única construcción de Le Corbusier en América. 

Se dice que Le Corbusier en varias ocasiones, hablando sobre la muerte, dijo "cuan bello sería morir nadando hacia el sol". Juan Forn también lo refiere en una nota publicada en Página/12. Para la astrología, la casa 4 se asocia a los finales y a nuestros últimos días en la vida. La casa 4 de Le Corbusier estaba en Leo, signo regido por el Sol. Se sabe que su médico le había impedido nadar debido a su salud. En la mañana del 27 de agosto de 1965, Le Corbusier fue a nadar a la Riviera Francesa. Más tarde su cuerpo fue hallado cerca. Se cree que el corazón le falló, el órgano leonino por excelencia. Si fue el corazón o el nado hacia el sol (como él quería), nunca lo sabremos. Probablemente, ambas cosas a la vez. Así es como la astrología habla. Con símbolos, que son destino.