Mi frente aún está roja del beso de la reina.  Gérard de Nerval  Se abren las puertas del drama, el glamour, el romance. Los gustos caros, los gastos fastuosos, los reinos selectos. Venus, la diosa del amor, entra en Leo. Signo regido por el Sol, que representa la vitalidad, la alegría, la personalidad, el carisma. Con Venus en Leo somos el centro de atención, sentimos el perfume de los aplausos y las sedas del reconocimiento. Queremos las mejores cosas, los romances de novela. El decorado cinematográfico,  los flashes y las poses, los sentimientos de lujo. Es una de las Venus más apasionadas del zodiaco, ya que tanto su elemento (el fuego) como su modalidad (fija) le permiten sostener la llama en el tiempo, algo que no sucede en otros signos de la misma triplicidad: en Aries, se aburre demasiado rápido; en Sagitario necesita variedad. Por eso las personas con Venus en Leo tienen esa extraña combinación de intensidad y estabilidad, dos cosas que normalmente no suelen ir de la mano.

Como ustedes saben, toda Luna Llena es producto de la oposición de las luminarias (Sol / Luna), por lo tanto siempre debemos considerar al eje que contiene los dos signos opuestos / complementarios. En este caso se trata de Sagitario y Géminis , un signo mercurial y uno jupiteriano. Es el encuentro entre las preguntas (especialidad geminiana) y las respuestas (especialidad sagitariana). El Sol en Géminis es inteligente, dual, comunicativo, expresivo, adaptable. La Luna en Sagitario es divertida, extrovertida, aventurera, viajera y filosófica. Un blend entre estas dos energías claramente habla de un verdadero viaje intelectual que llega a su plenitud, que da su fruto. Es probable que muchos asuntos que venían postergados se resuelvan ahora. Temas relacionados con el extranjero, la justicia, la religión, las creencias, es decir en sintonía con lo que ya vimos cuando abordamos la Casa de Sagitario  y su regente, el benéfico Júpiter . El Sol geminiano aportará la información, los