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Eclipse de Sol


Los eclipses nunca tuvieron buena fama. Basta con releer textos de astrología clásica para encontrar tremendos vaticinios respecto a ellos. Los antiguos astrólogos temían por el ganado y la pesca (o por el advenimiento de plagas) si el eclipse caía en signos de naturaleza animal (Aries, Tauro, Cáncer, Leo, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Piscis) y por las ciudades y los hombres importantes si sucedía en signos de naturaleza humana (Géminis, Virgo, Libra, Acuario). Se estimaba que los efectos de los eclipses podían durar, por lo menos, seis meses.

Hoy la astrología posee un alcance más individual y menos catastrófico. Si bien es cierto que aún hay ramas de ella que estudian la influencia de los eclipses en las cartas astrales de los países, se enfocan menos en los desastres naturales (como era antaño) y más en los cambios estructurales a nivel económico, político y social.

Para interpretar un eclipse a nivel personal debemos desmenuzar su simbología partiendo de una serie de cosas: eje de signos, planetas implicados, zonas afectadas en la carta natal.

Por ejemplo, si ocurriera en el eje Virgo/Piscis nos indicaría que hay algo del orden del trabajo, el servicio, el altruismo, el cuerpo, el alma, la salud, las enfermedades, la economía y la espiritualidad que será eclipsado. Esto es: nuevos rumbos que comienzan, muchas veces de forma inesperada, a partir de ciclos que terminan. Todo lo que conlleve limpiar, purgar, curar, sanar, dejar ir es muy del virginiano/pisciano.

Observemos nuestra carta natal, para así poder enfocar mejor su influencia. Si, como sucede en mi caso, el eclipse afecta a las casas 6 y 12, vemos que hay una analogía aún más fuerte, ya que son las casas de Virgo y Piscis respectivamente. En casas cardinales (1, 4, 7, 10) podemos vivirlo de un modo más enérgico, efectuaremos los cambios de una manera más afirmativa y consciente. En las fijas (2, 5, 8, 11) lo relacionaremos con nuestros valores, sean económicos, individuales, conyugales o sociales. Finalmente en las mutables (3, 6, 9, 12) canalizaremos mejor su energía a través del intelecto, el orden, la inspiración y la espiritualidad.