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Eclipse de Luna



Todo eclipse implica una intermitencia, una desconexión, una merma en la energía. Es que están implicadas las luminarias, el Sol y la Luna. Desde que tengo uso de memoria astrológica, como siempre digo, los eclipses me dejan enfermo, unos días antes o después. Es como si necesitara desprenderme de un estado de buena salud que ya no era tan saludable para mi evolución personal. La astrología, como dice Borges de la poesía, es algo que sentimos en la carne.

Analicemos el eclipse de Luna Llena en Libra. Este signo venusino y saturnino de aire se vincula con el balance, la armonía y las relaciones. Es civilizado, conciliador, político en el sentido más diplomático de la palabra. En el eje Aries/Libra aprendemos a encontrar(nos), vincular(nos), ceder(nos), aceptar(nos). Son dos signos cardinales que aman el romance, el flirteo y también emprenderlo todo en conjunto. Algo inherente a toda pareja o sociedad se pone en juego y quizás en jaque: mis deseos en tensión con los tuyos, para bien o para mal. Esta compleja ecuación viene a desestabilizarse para volver a encontrar(nos), si ocurre, en un equilibrio más adecuado y trabajado por ambos. 

Debemos tener en cuenta qué planetas se encuentran configurados al momento del eclipse. Venus, por ejemplo, es muy importante por tratarse de uno de los regentes de la Luna en Libra, al igual que Saturno. Ambos se encuentran en Piscis y en conjunción, de modo que mucho de lo que se desencadene a partir de este evento tendrá que ver con acciones diferidas, incompletas, pasadas. Viejas historias, viejas sociedades, viejos romances. Tenemos la chance de hacer algo de manera distinta, aquello que hicimos mal. No debemos esperar sorpresas, sino crearlas, ocasionarlas. Todo parece decirnos: otra vez. Ahora bien, qué y cómo. Y ahí es donde podría aparecer Marte, pero también acaba de entrar en Piscis: nos arrastra hacia correntadas neptunianas en las cuales cuesta navegar sin perdernos en idilios y fantasías de poco sustento real. Tal vez el severo Saturno pueda ser una isla entre tanto naufragio. Digo esto, porque ciertos finales darán lugar a algo que hemos trabajado arduamente, acaso en segundo plano, o de manera oculta dado el carácter subrepticio del signo de los peces. Los esfuerzos de esos días en los que creíamos que todo era en vano. Pero aún con dudas y temores, sembramos entonces en tierra saturnina, que es tierra áspera y empinada, pero (créanme) muy prolífica.

Enfoquemos esta energía en la casa eclipsada de nuestra Carta Natal que contiene el grado 5 de Libra para poder identificar mejor las áreas en las que los eventos tendrán lugar. Recordemos que la temporada Aries promueve comienzos, así que a pesar de tanto Piscis en el cielo, bajo este Sol ígneo renace una parte nuestra luego de que terminemos de cerrar ciclos.