Marte en Piscis

Cuando me puse a escribir sobre Marte en Piscis, de fondo sonaba el Cisne of Tuonela, de Sibelius. Al margen de la historia detrás de la composición, que también es sugestiva, el atmósfera idílica y fantasmal de este poema sinfónico se asemeja bastante a la energía de esta posición planetaria. Neblinoso, confuso, onírico, a la vez fatídico. Bajo su influencia nuestras fuerzas tienden a disolverse, a fluir en la totalidad. Nuestros pasos se deshacen como huellas en el agua. Su marea neptuniana nos arrastra hacia los confines de un ciclo que debemos concluir.

Nos rememora la leyenda artúrica con la renuncia final, la espada Excálibur retorna a las aguas, a la misteriosa Dama del Lago. Marte en Piscis lleva en su origen el estigma de tres planetas combinados, Venus, Júpiter y Neptuno, por eso, hay muchas similitudes con los temas de la Casa XII. De ahí que la persona con este Marte Natal suele ser empática, soñadora, imaginativa, algo ilusa y, por lo general, reclusa, dependiendo de otros factores de la Carta Natal que, claro, pueden acentuar o disminuir tales características. 

Para quienes lo experimentamos como tránsito planetario, es momento de ser receptivos, accionar desde otros canales y planos, más intuitivos, artísticos, altruistas. No es tiempo de empezar sino de terminar. Debemos ser prudentes, preventivos: asechan peligros a través de engaños, falsificaciones o espejismos. Nos veremos tentados a caer en escapismos y adicciones. Sí es un excelente tránsito para conectar con la música, el arte y el drama: Neptuno es el portador de la inspiración.