Júpiter en Escorpio, la estrella negra
Visceral, intenso, vicioso, drástico, ambicioso. Así se vuelve el benéfico mayor cuando se sumerge -nos sumerge- bajo el agua, elemento que le es familiar (por su domicilio pisciano y su exaltación canceriana). Aguas marciales de pozos plutonianos. Si Júpiter representa, como sabemos, la expansión, la fe, la buena suerte, el crecimiento espiritual , en Escorpio todo eso se presentará con otro sabor ¿más amargo? otro acorde ¿más misterioso? otro color ¿más turbio? Pero no desesperemos. Aún así, como enseñan los antiguos, la naturaleza del planeta (en este caso benéfica) siempre prevalece. Sabemos lo que es Escorpio. Su intensidad, sus celos, sus deseos, su crueldad, su predilección por lo prohibido, su coraje para enfrentar las crisis, su regodeo en el dolor, su capacidad para regenerarse. Sabemos que en Escorpio depositamos nuestros tabúes y secretos, nuestros miedos y miserias. Pero Júpiter en este signo nos obliga a preguntarnos: ¿cómo podemos encontrarle un nuevo sentido a t