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Urano en Géminis



El planeta de la disrupción, la novedad y la rebeldía ingresa en el signo de las preguntas, las palabras y la mente. Una combinación de regentes que tienen mucho en común: Urano y Mercurio. Ambos son afines al elemento aire, por Géminis y Acuario. Ideas, ingenio, velocidad, contacto y desconexión. Urano viene de estar mucho tiempo en Tauro, dejó un tendal de personas que a la fuerza tuvieron que enfrentar la incertidumbre y reinventarse, no es fácil mover de su posición a los tercos toros del zodiaco. En Géminis se encuentra con otro tipo de energía, más permeable y volátil, se trata de un signo abierto al (inter)cambio y la experimentación, sobre todo, desde el plano intelectual.

El primer contacto de Urano con Géminis se da de la mano de Venus, con quien forma una conjunción. Por eso, la dualidad tan característica de los gemelos se apalanca y multiplica sus efectos en un sentido u otro. Rupturas, sorpresas, cortes inesperados, todo esto en el plano vincular, por supuesto. Relaciones que vengan cansadas o desgastadas, podrían tomarse un break, un hasta luego o un quiebre definitivo. Urano exige cambios y defiende la libertad individual, así que es una buena idea revisar cuánto de esto tiene lugar en nuestra pareja o sociedad, incluso otro tipo de vínculos. Por otro lado, menos exasperante pero igualmente sorprendente, podría entrar en nuestra vida una persona como salida de la galera. Otra posibilidad es que alguien que haya estado acompañándonos en segundo plano, de repente, se vuelva un protagonista o nuestro principal antagonista. O que todo (lo que sea que signifique ese todo) salga a la luz, ya que Urano no es un planeta que lidie bien con la discreción y la hipocresía, más bien lo contrario: expone, libera, escandaliza. ¿Y si ambas cosas se dieran a la vez? ¿Por qué no? ¿No es Géminis, acaso, el signo doble por excelencia?

Este tránsito dura hasta noviembre, entonces Urano retrograda a Tauro para, luego, emprender su marcha y en abril de 2026, finalmente, retoma el recorrido definitivo por Géminis, con una duración de 7 años. Así que en estos meses podremos ver y experimentar un trailer interesante de cara a lo que viene. Estemos preparados para nuevos rumbos y actividades paralelas, el conocido modus operandi multitasking de Géminis se volverá un tanto caótico, con superposición de entornos y cruces por momentos hilarantes. Urano, como sabemos, prefiere la provocación y la radicalización al gradualismo y la diplomacia. El área Géminis de nuestra Carta Natal nos plantea desafíos de este tipo, sorprender y ser sorprendidos. Es aquí donde veremos liberadas nuestras fuerzas, quizás en medio de magníficas jugadas de laberinto, con el fin de romper esquemas y moldes. Esta posición puede brindarnos excepcionales cualidades intelectuales o expresivas, de una originalidad incómoda o incluso transgresora para la época. Es el Urano natal de artistas que revolucionaron la música moderna, especialmente el rock, como Mick Jagger y Sandro, dos personalidades carismáticas y disruptivas que agitaron multitudes. También es el caso de Nick Drake, músico británico incomprendido en su tiempo, Sol conjunción Urano en Géminis, de naturaleza más vanguardista e introspectiva (sin duda, la influencia de su stellium en casa 12), alejado de lo mainstream y retirado de la vida pública, quien cometió suicidio de joven y fue póstumamente reconocido. En su versión más polémica y contestataria, Urano en Géminis puede inclinarnos a lo colectivo y la función pública, personas de ideas y palabras controversiales o, como dicen los anglosajones, opinionated se corresponden con esta energía planetaria, especialmente aquellas que se presentan como antisistemas u outsiders, es el ejemplo del presidente Donald Trump, quien lo tiene en conjunción a su Sol.

Urano también es un planeta relacionado con la tecnología y los avances en todos los niveles, así que en Géminis veremos novedades en torno a redes, formas de comunicarnos, entretenernos, transportarnos y vincularnos, también de aprender y conocer el mundo. Es importante estar atentos a estas oportunidades y facilidades para, como propone Urano, desadaptarnos a lo caduco y adaptarnos a lo que viene, con esa versatilidad tan mercurial, geminiana. Tal vez Urano nos exija una libertad mucho más drástica, no tanto en el plano material, como ocurría con Tauro, sino mental, el dominio de Géminis. ¿Qué es la libertad para nosotros? ¿Cómo podemos alcanzarla? ¿Qué entornos o personas nos están impidiendo ser como genuinamente somos o queremos ser? Todas esas incómodas (Urano) preguntas (Géminis) que evitamos hacernos hasta hoy se volverán urgentes, y necesitaremos darles respuesta.

Repasemos su influencia de este tránsito planetario por las distintas casas:

Casa 1: un impacto fuerte, más personal y radical que en cualquier otra parte, énfasis en la identidad, renovación de la propia imagen, descubrimiento de intereses alternativos y deseos liberados.

Casa 2: innovación y sorpresas en las finanzas personales, búsqueda de una mayor libertad o margen de maniobra a través de negocios vinculados a la tecnología y la virtualidad. Mucha volatilidad y altibajos en esta materia.

Casa 3: despertar intelectual, ideas nuevas, aprendizajes, progreso, una mente abierta y desprejuiciada. Asuntos repentinos y sorpresivos a través de hermanos, vecinos o primos. También cierta inquietud y necesidad de mudarse o moverse del lugar actual.

Casa 4: liberación en o del plano familiar/hogareño. Probables cimbronazos en torno a la estructura de nuestro hábitat y familia con cambios significativos, incómodos o inesperados que redundan, sin embargo, en una mayor libertad.

Casa 5: romances, hobbies, aficiones, hijos. Algunas áreas en donde Urano nos sacude para que cambiemos de conductas o entornos. La creatividad es un punto a favor, el arte, sobre todo, el teatro. Una casa inestable per se, así que podemos sobrellevarla mejor si estamos acostumbrados a ella o se potenciarán sus efectos.

Casa 6: las rutinas, la salud y el trabajo cotidiano nos alteran y es necesario renovarse. En el mejor sentido, conocimiento de formas alternativas o tratamientos naturales, como así también una dieta saludable, una nueva disciplina o actividad física. 

Casa 7: encuentros inesperados, una historia que comienza con mucha inestabilidad y libertad. Si ya teníamos pareja, puede surgir un contratiempo o un nuevo acuerdo con distintas modalidades o concesiones. Incluso pueden darse separaciones, pero liberadoras para al menos uno de los dos. 

Casa 8: temas con finanzas compartidas, sexualidad, confianza, lealtad. Una casa de transformación y pérdida, pero también de renacimiento personal. Se debe ser cuidadoso con las deudas, ya que Urano las potencia. Descubrimientos sobre cuestiones ocultas, tabúes.

Casa 9: creencias y convicciones, los estudios superiores, viajes al extranjero, temas que pueden desencadenar una libertad personal que no conocíamos hasta hoy. Urano nos desafía inclinándonos hacia lo exótico y lo foráneo. Encuentro con lo distinto.

Casa 10: nuestra carrera y status personal enfrenta una influencia problemática si somos muy rígidos, o descansamos en una quietud estancada. Ahora se presenta una oportunidad única de cambio real, probablemente ligado al ámbito tecnológico o colectivo, siempre y cuando no nos aferremos a comodidades caducas.

Casa 11: participación y activismo en una causa o emprendimiento de carácter grupal, por ejemplo, organizaciones y clubes. Sobre todo, lugares en donde hacer amistades o estar en contacto con gente influyente. Es un tiempo de renovación de nuestro círculo social. Cambio de metas personales.

Casa 12: una libertad interior, espiritual, un retiro voluntario pero fructífero. Es necesario buscar dentro nuestro el camino de sanación y aceptación personal. Descubrir talentos ocultos, encauzarlos hacia un verdadero altruismo. Conexión con el ocultismo, la astrología y la música.