Saturno en Aries
El planeta de los límites, el rigor y el tiempo se encuentra en el signo del deseo, la decisión y la acción, regido por el bélico Marte. Tradicionalmente, se considera una posición desafortunada, porque Saturno encuentra su caída en Aries, dado que su exaltación se da del lado opuesto, Libra. Esto suele ocasionar problemas con los asuntos marciales de toda índole: impulsos, instintos, reacciones, ambiciones, competencias. Aries es combativo y enérgico, por lo tanto, la presencia de Saturno representa el desafío de encontrar una vía de escape a la fuerza reprimida. Es notorio cómo encontramos diferencias tan sustanciales: el planeta representa la vejez, mientras que el signo, la vitalidad y los primeros años de vida, uno es lento y paciente, el otro rápido e impaciente. Esta combinación se asemeja, en gran medida, a la maléfica conjunción entre Marte y Saturno, mezcla de ardor y frialdad, pero también a la posición, exaltada, de Marte en Capricornio. Tiene, entonces, una connotación negativa y a la vez positiva. Esto se puede interpretar y, sobre todo, manifestar de distintas formas. Por un lado, el menos trabajado e imperfecto, conlleva acciones desordenadas, ya sean temerarias por un exceso de valentía o temerosas por impulsos reprimidos. Lo mismo puede decirse de un mal cálculo del tiempo, simbolizado por Saturno: actos precipitados o tardíos. Sin embargo, es crucial que Marte, como dispositor por regente de Aries, se encuentre en un signo dignificado o que, de alguna manera, forme una recepción mutua con Saturno. El cuadro general de la Carta Natal, obviamente, inclinará hacia un lado u otro esta influencia. Un buen balance entre los principios marciales y saturninos lleva a una acción disciplinada, pulida y asertiva.
El gran director de orquesta Herbert von Karajan tenía esta posición natal. Maestro del legato, su estilo inconfundible de uniformidad forjada como metal en el fuego, moldeó el prestigioso sonido de la Filarmónica de Berlín por décadas. En ocasión de una grabación de las obras de Bartók, el director contó en una entrevista que al comienzo de los ensayos le parecía una tarea casi imposible y que al final lograron interpretarlas tan bien que ni siquiera necesitaron de su batuta al mando. Consultado por este logro, Karajan manifestó que para conseguirlo tuvo que preparar muchas cosas y esperarlas, "prepararlas y esperarlas", repitió insistente. Esta perseverancia saturnina sobre la acción marcial es una buena semblanza de lo mejor de Saturno en Aries. Otro caso es el del escritor geminiano Ian Fleming, novelista best seller, creador del icónico agente 007. Al margen de sus características mercuriales, que inclinan a la escritura (fue periodista), sabemos la influencia que Saturno tiene sobre el trabajo, y para Fleming sus herramientas, su materia prima, fueron el peligro, el riesgo y el mundo militar (cuestiones arianas por excelencia), que le eran familiares por sus años en la Inteligencia Naval británica.
Ahora bien, abordemos el tránsito de Saturno en Aries de lo general a lo particular. Hasta fines de agosto se nos presenta en forma de trailer o período de prueba. Luego retrogradará hacia Piscis y se quedará en este signo por lo que resta del 2025 para volver, a mediados de febrero del 2026, finalmente a Aries. Estará formando una conjunción con Neptuno durante casi todo el año, por lo que puede dificultarnos ver con claridad las circunstancias o acertar en lo que emprendamos, dada la naturaleza idílica, confusa y dilatoria del planeta transpersonal. A nivel macro, es esperable que esta energía se exprese de forma violenta, catastrófica o accidental, porque es la consecuencia natural de un planeta maléfico en caída y, además, en un signo regido por otro maléfico. Por lo tanto, debemos ser precavidos con situaciones o entornos que exacerben o motiven cualquier tipo de agresión o acción fuera de proporción, especialmente con fuego, armas, personas vinculadas a actividades militares o afines. También hay peligro por exceso de autoritarismo o situaciones teñidas de intolerancia, ya que Aries es el signo de la conducción y el liderazgo, por lo que el influjo perjudicial de Saturno mal entendido o trabajado puede ser difícil de controlar. Será muy importante observar el tránsito de Marte, ya que este planeta incidirá en los efectos saturninos. Si se trata de Marte en Leo, por ejemplo, es probable que existan choques de egos insuflados o que los límites nos sean impuestos por alguna autoridad o gobierno. A nivel personal, es un tránsito planetario importante y hay considerarlo en función de su paso por las casas de la Carta Natal. El Marte natal también nos puede brindar información, ya que la manera en que estemos habituados a lidiar con su energía nos condicionará en mejor o peor sentido. Aspectos natales entre Marte y Saturno seguramente ayuden a encontrar esta experiencia más familiar, a sobrellevar las pruebas del tránsito con otro temple y paciencia. Para quienes tengan el Retorno de Saturno el panorama es más complejo, ya que deben atravesar un período crucial, el paso de la juventud a la adultez. Se pueden presentar viejos karmas o historias familiares, sobre todo, por parte del padre, incluso situaciones vinculadas a violencia, como comentamos anteriormente. La casa en la que transcurra debe ser considerada con cuidado, ya que aquí se nos exige cumplir con deberes y responsabilidades.
Repasemos, entonces, la influencia de Saturno en Aries por cada mansión zodiacal.
Casa 1: las obligaciones se imponen de manera fuerte y restrictiva, pueden incluir problemas con autoridades, pérdida de la libertad, intervenciones quirúrgicas o violencia, dada la naturaleza marcial del signo. Tiempo de soportar las consecuencias de viejos excesos o negligencias, toca un período de cierta reclusión y asentamiento que, a la vez, podría ser muy productivo a futuro, ya que nos enseña a forjar carácter. Es importante cuidar el físico, evitar riesgos innecesarios, situaciones peligrosas (armas, fuego), hay peligro de accidentes.
Casa 2: límites, en el mejor y peor sentido, en torno a las finanzas, los valores y los recursos. Puede ser un tiempo de vacas flacas, como se dice, pero también la posibilidad de arreglárselas con menos, lo cual redundará en un gasto más eficiente y en ahorro de dinero. También pueden surgir negocios lentos o consolidarse actividades cuyos frutos se verán en el largo plazo. Cualquier empleo o emprendimiento poco realista o que no tenga expectativas redituables corre peligro de cierre definitivo. Priorizar el trabajo, el esfuerzo y la austeridad ayudan a la hora de vérselas con Saturno.
Casa 3: dificultades en el plano expresivo o incluso mental (ansiedad, depresión). Exigencias y problemas a través de escritos, trámites, papeles, hermanos y vecinos. Esta es una casa de cierta movilidad, así que tal vez nos veamos obligados a hacer viajes de corta distancia, o mudanzas. Es preciso tener mucho cuidado y previsión, ya que Saturno obstaculiza y demora todo. Podría ser un buen tiempo para estudiar arduamente algo que exige lentitud, disciplina y paciencia.
Casa 4: asuntos de familia, probablemente vinculados a estructuras, bienes raíces, padres (o la propia paternidad). Suelen darse situaciones que incluyen reparaciones, presupuestos, mantenimiento de propiedades, compra y venta de inmuebles. Es posible que se desaten conflictos o episodios de violencia en el hogar, donde el clima es explosivo. Se requiere tacto y madurez, especialmente en el trato con personas mayores, que pueden volverse en contra nuestro en este momento.
Casa 5: aquí se enfrían o terminan los romances y los vínculos menos serios, también surgen deberes con los hijos, si los hubiera, y es necesario trabajar duro por ellos, o a causa de ellos. Es un período delicado en materia financiera, y no es recomendable ninguna actividad especulativa, a menos que haya sido estudiada cuidadosamente de antemano. Es una casa de alegría y esparcimiento, así que vemos cierto ajuste, desinterés y, en el peor de los casos, desgracias derivadas de ello. Se redefinen o cesan aficiones, hobbies y deportes.
Casa 6: la salud toca a la puerta, se requiere atención y prevención al respecto. Es conveniente abandonar excesos o corregir una mala alimentación. Evitar actividades peligrosas, ya que el riesgo de accidentes que impliquen cortes, quemaduras, quebraduras o lesiones graves es alto. En el trabajo cotidiano surgen bloqueos o limitaciones, los compañeros o personas a cargo pueden volverse un foco de conflicto. Es una casa de servicio, así que nos irá mejor si lo perfeccionamos. Es positivo para reorganizar y ordenar nuestras actividades laborales, pero tampoco hacer cambios improvisados.
Casa 7: desafíos con la pareja y los socios, también con enemigos y adversarios. Estas personas podrían volverse una carga o impedirnos avanzar en la dirección deseada. Como se trata de una zona de encuentros, seguramente existan oportunidades, por ejemplo, de consolidar contratos y sociedades, lo cual exigirá compromiso y mucho trabajo. Si una relación se sostenía sobre bases porosas, o ya muy agrietadas, es probable que termine. Cuidado al asociarse con alguien, en el mejor de los casos, es preferible ir conociéndose de a poco.
Casa 8: asuntos con legados, préstamos, herencias, dinero o bienes compartidos con socios o el cónyuge. Esta es una morada difícil, relacionada con la muerte y sus consecuencias, de ahí que se debe tener un extra de precaución y no exponerse a eventos o lugares peligrosos. Por lo general, ahora se ponen a prueba la lealtad y la confianza que depositaron otros en nosotros, o puede ser a la inversa. Obstáculos y finales de esta índole son probables, con un énfasis o impacto económico considerable. La sexualidad es un asunto recurrente e importante en esta casa, Saturno aquí tiende a reprimir la expresión del deseo, privar su satisfacción u ocasionar enfermedades afines.
Casa 9: nuestras creencias y convicciones serán puestas a prueba, como así también los horizontes hacia los que nos dirigíamos o considerábamos como posibles, por ejemplo, una carrera universitaria o la idea de emigrar. En tanto planeta de la realidad, Saturno puede derrumbarnos verdades que hasta hoy tenían todo nuestro crédito, quizás sea el momento de cuestionarnos muchas cosas. Los viajes y asuntos extranjeros pueden volverse un factor de conflicto y demandan una gran responsabilidad, también las cuestiones vinculadas a estudios académicos, la justicia y la religión.
Casa 10: clímax de la profesión o el status social, el merecido ascenso después de años de esfuerzo o el desmoronamiento total fruto de la irresponsabilidad o haberse manejado mal anteriormente. En ambos casos, este tránsito requiere de gran prudencia y pericia para sortear obstáculos. Nuestra resistencia e idoneidad personal serán puestas a prueba si queremos conservar el cargo o la posición actual. Figuras jerárquicas inclinarán en un sentido u otro la balanza, por lo tanto, es importante no contrariarlas, ya que las chances de recibir un revés definitivo son altas. Por el contrario, el trabajo disciplinado, paciente y arduo, a menudo también solitario, premia.
Casa 11: Saturno por la casa de las metas, amistades y personas influyentes que nos apoyan marca un desafío en alguna de estas áreas. Tal vez se restrinja nuestro círculo social, lo cual no sea necesariamente algo malo. Es importante evaluar y filtrar los vínculos de carácter colectivo o grupal. Nuestra pertenencia a alguna causa se pone en juego, puede verse cuestionada o incluso finalizar. Clubes, asociaciones civiles, equipos de trabajo, proyectos políticos o deportivos, son algunos ejemplos. Si bien es un tiempo de limitaciones en este nivel, pueden consolidarse posiciones o cargos dentro de un grupo más exclusivo. Personas de edad mayor o relaciones de larga data suelen ser foco de problemas en tránsitos saturninos.
Casa 12: aquí el gran maléfico se siente a gusto, o en "gozo" como se le dice en la terminología astrológica. El lado más reflexivo y solitario del planeta encuentra en esta morada un retiro que puede ser fructífero. Es tiempo de volvernos hacia nosotros mismos con una mirada retrospectiva, enfrentar nuestra vida interior. De la meditación y el aislamiento surgirán tiempos mejores, saldremos más sabios para afrontar las pruebas por venir. Las enfermedades crónicas o de difícil y largo tratamiento pueden recrudecerse ahora, exigiéndonos paciencia y resistencia. En esta casa aprendemos el valor de servir a los demás, así que podemos dedicarnos a un trabajo altruista y solidario, incluso afín a la espiritualidad y el esoterismo. Los enemigos ocultos o las traiciones también son frecuentes, por lo que hay que ser cuidadoso al depositar nuestra confianza en los otros.