Temporada Libra
El placer es aún más profundo que el sufrimiento. Nietzsche Se igualan el día y la noche, el Sol entra en Libra. Un signo que nos enseña la profundidad de lo efímero. La elegancia, esa suerte de inteligencia. Los modales que sugieren algo más que buenas –y meras– intenciones. La belleza, tentación superior. Se asocia este signo al otoño pero en el hemisferio sur el equinoccio coincide con la primavera. Dos estaciones de cambio y renovación. Nuestro desafío consiste en dejar que las cosas florezcan o perezcan, el mismo espectáculo que vemos en la naturaleza. No estancarnos en las correcciones (todo aquello quedó en Virgo ) ni en los dolores (todo eso vendrá en Escorpio ). Ahora es tiempo de priorizar la armonía de conjunto. Cosa para nada fácil. Laissez faire , dirían los franceses. Es el momento de las relaciones. De compartir la magia –lo insólito– de poder estar juntos. Libra es un signo cardinal, es decir, que bajo su influencia nos animamos. Pero a ceder, a complementar, a