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Luna en Capricornio



La Luna entra en Capricornio. Durante este tiempo experimentamos una restricción emocional, un acotamiento de los recursos afectivos. Se nos imponen la frialdad, la rigidez, el aislamiento. La Luna cae bajo el dominio de Saturno.

Saturno retrasa, obstaculiza y nos centra con un golpe de realidad que muchas veces se caracteriza por su crudeza. Más que un balde de agua fría, lo que nos cae encima es un balde de tierra fría (ya que el elemento de Capricornio es la tierra, que representa la materia, la realidad, las cosas concretas). Las obligaciones tocan a la puerta. Estamos más atentos a los objetivos, nos volvemos calculadores y estratégicos. Las cuestiones monetarias y de status social se privilegian, por eso pueden surgir asuntos legales o que impliquen contacto con esferas jerárquicas (sobre todo del ámbito gubernamental o dirigencial).

Esta tendencia hacia un materialismo calculado, nos hace descuidar la naturaleza lunar, cuyas necesidades son de orden emocional. Por eso la astrología clásica considera a la Luna en Capricornio como exiliada: se encuentra en su signo opuesto. Por eso, también, se resiente la zona canceriana de nuestra carta natal, y tenemos que prestar especial atención a los planetas alojados ahí y a las casas implicadas.

Se asocia esta Luna a una niñez difícil, con muchos obstáculos y responsabilidades a temprana edad. Muchas personas nacidas entre 1989 y 1991 tienen en sus cartas natales esta energía capricorniana y tuvieron que madurar muy temprano debido a los momentos difíciles que atravesaban sus padres en materia laboral, o de status y clase social. Por ejemplo, muchos de ellos fueron educados o cuidados por sus abuelos o personas mayores porque sus padres trabajaban y no tenían tiempo suficiente para ellos. Un ejemplo de esta responsabilidad a edad temprana es el caso de Emma Watson, que desde muy chica se dedicó a la actuación y se abrió camino en el mundo profesional, consiguiendo fama internacional por su papel de Hermione para la saga de Harry Potter. Nació efectivamente en 1990 y en su carta natal, que ya hemos analizado en este blog, vemos esa nota capricorniana generacional.

Otro ejemplo es el caso de Carlos Kleiber, el gran director de orquesta, que tenía su Saturno natal domiciliado y retrógrado en Capricornio, opuesto a su Sol en Cáncer. Pasó por muchas dificultades para ingresar al mundo de la música por ser el hijo del famoso director Erich Kleiber, quien no quería que siguiera sus pasos. Vivió por mucho tiempo a la sombra de su padre, e incluso heredó su repertorio musical, negándose a ampliarlo. Biógrafos de Carlos Kleiber retratan a Erich como un padre ausente, debido a sus viajes y compromisos con orquestas del mundo. Este tema del padre ausente es recurrente en cartas natales saturninas, ya que tradicionalmente se considera a Saturno como la figura del padre en astrología. En resumen, es un buen momento para enfocarnos en nuestras metas, revisarlas, evaluar si realmente tienen forma y realidad. Aprovechemos la lucidez de Saturno pero no dejemos que nos contagie su frialdad, después de todo se trata de un tránsito lunar (afectivo, íntimo).